Ha pasado un año y un mes. Trece meses. Esta bitácora abandonada como un diario de vida que uno busca cuando se te acaban los dedos buscando con quién hablar. Donde vuelcas eso que te dices a ti mismo pero no sabes bien si le interesa escuchar a quienes te rodean.
Este espacio que se vuelve fructífero cuando el alma está sana, o cuando el ánimo al menos te acompaña para esmerarse en sanar.
Aquí vengo, a la carga otra vez. Vamos a ver si al menos la disciplina, de una vez y por todas se queda conmigo y el cerebro logra dominar a este corazón que manda -a veces demasiado- lo que hago y dejo de hacer.
Vamos a ver si logro no olvidar.
La última moneda de Pablo Escobar
-
El capo de capos, según la descripción que sobre él hizo la autora de la
fotografía. / Foto de Giovanna Pezzotti en una exposición de su obra
periodístic...
1 week ago