Tuesday, August 26, 2008

Pregunta loca

¿Qué tan vacías suenan las palabras cuando el dolor cierra las compuertas de la felicidad?












Foto/baezahidalgo.fotoreportero@gmail.com
Atardecer en Salango/
Pacífico ecuatoriano /

15 comments:

veronica said...

Cesar:Para responder tu pregunta, me vi en la necesdad de desmenuzarla, primero para mí las palabras siempre suenan vacías si no hay contenido, si no son acpmpañadas por la consecuencia del actuar. No es fácil llegar a ser consecuente, las tentaciones son muchas, y la consecuencia a veces tiene un precio muy caro que no todos estamos dispuestos a pagar.
En cuanto al dolor y la felicidad, a veces en el dolor conocemos el amor, la lealtad, la cercanía, que para mi son parte del ser feliz, estar con seres humanos de verdad. En mis momentos díficiles he conocido a mis verdaderos amigos. Lo que no puedo negar que es díficil hablar de felicidad y un dios justo cuando alguien esta enfermo, tiene hambre o la vida le duele mucho. Buscar el sentido del dolor en comunión con la felicidad es un enigma. Aceptar el dolor es más fácil cuando se ha tenido una buena vida, pero cuando desde que has nacido has conocido sólo la adversidad es díficil darle sentido a esas palabras. Es una pregunta más que loca, díficil. Muy díficil, creo que voy a necesitar más de aquí y ahora para responderla. Yo admito haber tenido una buena vida, y he salido adelante, pero me duele mis amigos de infancia y muchos que han quedado y tal vez sólo tuvieron un sucedanéo de felicidad. Un abrazo

Ujier said...

Las palabras tienen olor, sabor y suenan. No solo por los errores ortográficos y las zetas voladoras, si no que suenan porque los dedos transmiten a las teclas una pulsación que viene del corazón. Es decir, mente, corazón, tun tun, venas, dedos, teclas, cable, pantalla, word, blogger, comentarios y envío. Hasta aquí nada nuevo. Estoy escribiendo sin dolor y aún así estas palabras no tienen forma, se ven vacías. Parecen escritas al azar, no tiene sabor, no voy a ningún lado y no produzco nada, y repito, hoy soy feliz.

Para que duelan y se vean vacías es necesario el lápiz, pues al no ser publicas, al no ser entradas de blog, solo quedan en la mente propia, y ese anonimato, esa resistencia al PC nos hace solos, vacíos, tristes. La tecnología nos ayuda a compartir dolores, este blog hoy fue una oportunidad para que estas palabras por lo menos suenen a compañía suramericana.

Paco Gómez Nadal said...

Quizá el problema sea creerse tanto el mito de la felicidad, un concepto casi consumista (un estado de satisfacción que casi pelea con la propia vida). El dolor, en el cuerpo, en el alma, es tan nuestro como la piel que nos cubre. Sin dolor no hay vida y e dolor no cierra ninguna compuerta: la cerramos nosotros. Es la interpretación, la dramatización, la mitificación del dolor lo que cierra compuertas.

César-in said...

VERÓNICA… Pero afortunadamente no se han cerrado las compuertas de tu felicidad. ¿Será que es el momento en que se siente en que ninguna palabra sirve, ayuda, resuelve? ¿Será que más bien lo que se cierran son las puertas del entendimiento? ¿Los deseos de ser felices?

FREE... Una salvedad antes del tema. Sí tienen sabor esas palabras.
¿La felicidad tendrá que ver con producir algo? ¿De qué se compone la felicidad? ¿Compañía? ¿Es interna? ¿Es una encrucijada o un dilema que nos inventamos para poder dolernos de no conseguirla?

PACO… Hermano, la pregunta será entonces ¿Por qué nos empeñamos en cerrar las puertas de la felicidad cuando nos encontramos de cara con el dolor? ¿Será que mitificamos las cosas o personas que creemos que nos hacen felices y por eso nos cerramos cuando nos defraudan o las perdemos?

Anonymous said...

Las palabras cuando son vacías, son huecas,como un abismo, asi suenan, sin sentido…pero tal vez es el dolor causado que no deja ver el contenido real de esas palabras, y no permite abrir las compuertas de esa felicidad que se desea o se necesita tener…el dolor te aleja de la felicidad, no te permite ver mas allá del rencor...el dolor te aleja tanto, que cualquier palabra que suenen en tus oidos pereceran huecas, asi vengan de otra boca.
Maritza.

veronica said...

Cesar: La felicidad como un estado eterno, no me lo puedo imaginar. Si creo mas real en una vida que te pone obstaculos y esta llena de buenos momentos. Cada uno valora esos momentos y le puede llamar felicidad. Lo único que sella el progreso de poder alcanzar esos buenos momentos es la muerte. Eso me da el sentido de vivir aquí y ahora. Un abrazo, vero

Faracita said...

Depende de las palabras... depende de quien las diga...

Hay momentos en que creemos que el dolor todo lo cierra... y puede ser así, pero claro, luego viene el tiempo y de a poquito las vuelve abrir...

Hay palabras que jamás sonarán vacías, sin importar el dolor...

te dejo un beso...

katia said...

Querido César; puede ser que las palabras suenen vacías, porque el dolor no deja oir, ni ver, ni sentir. Pero eso es temporal y poco a poco vamos aprendiendo a senti, ver y oir.
Cuando el dolor es grande (como cuando uno pierde a alguien amado) ninguna palabra tiene sentido, se nubla la conciencia y se escucha sólo con el corazón, por lo que las palabras no llegan al nivel cognitivo. El corazón no conoce razones ni explicaciones, sólo sentimientos. Ahora cuando escuchamos y hablamos con el corazón, la felicidad encuentra sentido a las palabras. yo estoy en esa búsqueda ahora.....
un abrazo y también un beso....

César-in said...

MARITZA… Generalmente cuando vienen de otra boca suenan así, mi querida Maritza. A veces, las palabras suenan a lugar común, a repetidas, y un cuesta creer que efectivamente viene la calma tras la tormenta, y tras la tormenta el sol otra vez. Eso ya lo hemos oído tantas veces, que no podemos, o no queremos considerarlos, porque también deseamos vivir el dolor. ¿Masoquismo? Yo no lo creo: Proceso, más bien.

VERI-CUETO… Yo quiero creer en una vida maravillosa que está llena de malos momentos y cosas horrorosas. Como te dije una vez: Pienso que el mundo es una mierda, pero la vida es maravillosa, con sus altos y bajos, que por supuesto incluye el dolor. Y pienso que la muerte es el fin de esa vida maravillosa, así que hay que aprovechar mientras nos quede tiempo. Un gran beso y abrazo para ti. ¡Qué rico sentirte por ahí!

FARACITA… Grande que haya quién emita ese tipo de palabras en tu vida. Pero como dices: “Depende de quién las diga” ¿No será más bien que la compañía a veces es tanto o más importante que las palabras? Otro beso para ti.

KATIA...¿Y el corazón no estará también cerrado sordo y mudo cuando nos inunda el dolor? ¡no será que hasta mudo se vuelve, el corazón? ¿Será que en realidad lo que nunca hemos pensado es en prepararnos para el dolor como un estado natural de nuestra vida? ¿O será que renegamos de él porque os negamos a pensar que también nos puede tocar a nosotros? Y por tanto, de cuando en vez, ¿Nos pasa la factura? Un beso y un abrazo para ti también. Me encanta que te pases merodeando por acá. Una nueva presencia siempre es grata, cuando se trata de conversar.

Anonymous said...

Puede ser también que en esta vida sólo tenemos momentos de felicidad, ésta no es constante, nace un hijo y nos inúndamos de este sentir, pero luego no es que dejemos de ser felices sino que sólo estamos, es ahí cuando las palabras pueden ser escuchadas con el corazón y es ahí en esos momentos en que deberíamos prepararnos para el dolor. Pero uno se prepara a nivel conciente, el corazón no puede hacerlo ya que sólo siente, uno sabe que existe la muerte y que algún día nos tocará a nosotros directa o indirectamente, es entonces cuando el dolor llega y se aprende a vivir con él, te das cuenta que es "separación" es para siempre y que no volverás a recibir o entregar palabras, caricias, besos, enojos o lo que sea a esa persona que ya no está, te deja un "agujerito" en el corazón que no podrás llenarlo con nada, pero si podrán aparecer otros amores que te ayuden a sobrellevar el dolor y a oir las palabras, creo que uno se puede preparar para muchas cosas, pero cuando el dolor llega hay que vivirlo a concho para que cuando llegue la felicidad podamos valorar el nuevo suceso y vivirlo con más intensidad aún....

Unknown said...

Creo que el silencio da mejores respuestas en estos casos, tambien existen unas palabras del silencio y un lenguaje propio de la intuiciòn que solo se activa en estos casos. Solo escuchalo, es facil, se trata de dejar todo en silencio...

Anonymous said...

Cesar, dices “cuesta creer” “no podemos” “no queremos” “proceso, mas bien”… ¿masoquismo?... Cuando la persona cierra las compuertas de la felicidad es masoquista, pues no cree, no puede, ni quiere, desea vivir el dolor, esta de espaldas a la felicidad, las palabras le suenan vacías. Es ahí donde viene el “proceso”, pero para depurar el dolor, no para cargarse de más dolor y negarse a encontrar o tropezarse con la felicidad durante ese proceso. Mi querido Cesar, eso es rehusarse a la felicidad, es también juzgar las palabras que vengan de otra boca. Existe la palabra “OPORTUNIDAD” y no esta vacía…viene con anhelos de ver salir el sol nuevamente. Tu querida Maritza.

Ivonne said...

Ce, créeme que la pregunta me hizo pensar mucho. Y buscando una respuesta creo que suenan poco vacías porque en esas mismas palabras que escribes o dices intentas buscar otra respuesta, otra salida. Sea cual sea el estado de ánimo son emotivas y tratan de alguna forma de expresar o decir eso que tenemos por dentro, que nos hace pensar en todo y a la vez en nada mientras observas por la ventanilla del bus. Comparto lo que comentas arriba: no estamos preparados para entender que el dolor es algo natural, que se produce cuando algo interrumpe ese concepto, imagen, arraigo o sentimiento que tenías sobre algo o alguien. Al final creo que se sale de ese estado cuando encuentras tranquilidad, cuando sabes que estás actuando bien, y que de pronto lo que sientes es producto de tus propios actos. Si es así, hay que buscar esos motivos o por lo menos esas preguntas que nos conducen a lo que realmente queremos.

Un abrazo,

Ivonne

César-in said...

ANÓNIMO (A)... Pienso que descuidamos preparar el corazón. Ni siquiera lo consideramos, porque parece que todo lo controláramos con la cabeza o la razón. Pero la verdad es que uno asume el amor como dependencia y control a veces y eso hace que lo volvamos un tormento. La felicidad, para mí, está en la libertad interior que uno desarrolla. Y no puede ni debe parecerse a nada que implique dolor.
El dolor es parte de lo que sentimos cuando se nos viene encima una frustración. En definitiva, obligarnos a construir sobre la base de nosotros mismos y no hacerla descansar en los hombros de otro o otra.
Gracias por pasar… espero saber quién eres.

CONSTANZA... Considero que tienes razón. Mi soledad siempre se siente acompañada (como dice la canción). No hay que cerrar la ventana al horizonte. Bienvenida por acá.

MARITZA... No considero que las personas que cierren las compuertas de la felicidad producto de un buen dolor sean masoquistas. Sólo viven el proceso que en ese momento de la vida les toca.
El dolor nubla la vista de muy diversas maneras, a veces no es en forma de angustia sino de rabia u odio. Eso también cierra las compuertas de la felicidad. Pienso que eso no implica placer por el dolor, sino un tratamiento que uno mismo se hace para palear la mala racha.
Y ojo, que el sol sale, aunque no lo veas.

IVONNE-CHIS... Preguntas, mi china querida, preguntas es lo que nos hace falta. Las preguntas adecuadas siempre conducen a encontrarnos con nosotros mismos. La ausencia de preguntas en este mundo que exalta las respuestas aunque sean vacías. Ya sabes el valor de las preguntas ¿Verdad? A veces es la única salida para encontrarse.
Me alegra que de vez en cuando aparezcas por acá. U abrazo gigante.

veronica said...

Cesar: Te dije que tu pregunta la tenía que desmenuzar. Es lindo eso que dices que la felicidad esta en el interior y para mí ser feliz con otros es que me respeten el ser yo. Y el dolor, si es parte de una frustración, el que no tengamos algo que queramos por ejemplo si estoy enfermo, tengo el dolor de no tener la salud. También teenemos el dolor por no tener a alguién, el dolor del amor, pero hay que tener cuidado con eso, porque si uno ama a alguien lo deja libre, del amor, al odio y la obseción hay un pasito muy chico. Pero no creo en el conformismo, debemos buscar las formulas para liberarnos del dolor. Pasando siempre porque nuestra dignidad como personas sea respetada, nos respetemos y nos respetemos. Tomar la responsabilidad por lo que hacemos, eso a mí me da satisfacción y me hace feliz, aunque me he equivocado, pero darle la cara a la vida, lo hace a uno feliz. gracias por escribirSoy Verónica J., la misma de los otros dos comentarios. Un abrazo.